La reina Isabel decide por fin financiar la empresa del "genovés"

Después de tantos intentos fallidos, Cristóforo estaba desanimado y desilusionado. ¡No era para menos! Estaba radicado en el puerto de Santa María viviendo en el palacio de don Luis de la Cerda, duque de Medinaceli, quien acogi ó al navegante durante dos años. Allí, mientras esperaba como se iban desarrollando los acontecimientos, se ganaba la vida dibujando y vendiendo mapas, portulanos y mapamundis. A trav e é s de sus numerosos amigos, capitanes de barcos, comerciantes, armadores y banqueros hizo contacto con las autoridades de las Repúblicas marineras de Génova y Venecia...