Los Pleitos Colombinos después de la muerte de Cristóbal Colón
Imagen tomada de Wikipedia (Colón, Ayuntamiento de Sevilla)
Los Pleitos Colombinos
empezaron formalmente en los tribunales en 1508, dos años después de la
muerte de Colombo y se prolongaron hasta 1563.
Con ese nombre se conocen las disputas judiciales que los herederos
de Cristóforo Colombo entablaron contra la corona de Castilla con el fin
de que la justicia restituyese a la familia Colombo el derecho sobre
todos los privilegios concedidos al descubridor
de América que fueron convenidos en las Capitulaciones de Santa Fe.Después de realizado el tercer viaje, los reyes católicos rompieron este acuerdo en 1500 cuando ordenaron la deposición de Colombo como Virrey y Gobernador de las Indias.
Como defensores del almirante genovés se presentaron su hijo mayor don Diego Colón y Perestrello, su esposa, doña Maria Alvarez de Toledo (sobrina del duque de Alba) y su segundo hijo don Hernando Colón (fruto de su relación con la cordobesa Beatriz Enríquez de Arana).
Como acusador en este pleito se
presentó el rey Fernando de Aragón, regente de la corona de Castilla
quien desconoció lo que había aceptado y firmado en las
Capitulaciones de Santa Fe el 17 de abril de 1492. En pocas palabras, mantuvo lo
pactado durante un periodo de ocho años, hasta 1500, y después, despojó a
Colombo de sus títulos y privilegios.
A la familia Colón le tocó,
durante 28 años, resistir a las injustas pretensiones esgrimidas por el
rey Fernando quien orquestó un montaje destinado a incumplir los
acuerdos firmados con el navegante genovés.
Finalmente, después de un
desgastante y prolongado juicio, ambas partes, los Colón y la corona
española, se sometieron a un laudo arbitral, dictado el 28 de junio de
1536 por el presidente del Consejo de Indias, el obispo Garcia de Loaysa
y por el consejero
de Castilla, Gaspar de Montoya.
El documento conciliatorio contenía
cinco capítulos que fueron aceptados por las partes.