La influencia de Toscanelli en la ruta de Cristobal Colón
Paolo dal Pozzo Toscanelli
ejerció una influencia importante en la decisión de Colombo de lanzarse
al mar en la búsqueda de las Indias.
Nació en Florencia el 21
de abril de 1397 y murió en la misma ciudad el 10 de mayo de 1482, a
los 85 años. Es considerado un notable científico, matemático, médico,
astrónomo, cosmógrafo y cartógrafo del siglo XV.
Hizo sus estudios de
matemática en la universidad de Padova en donde se graduó en 1424 con
el título de doctor en medicina. Después de graduarse regreso a su
Florencia natal en donde sus padres poseían una bodega dedicada a la
compraventa de especias y
mercancías procedentes de los más alejados rincones del mundo. La
bodega estaba ubicada frente a un antiguo pozo de agua que los lugareños
conocían con el nombre de "el pozo de los Toscanelli".
Allei Paolo sostenía
conversaciones con mercaderes, marineros y viajeros que se acercaban a
ofrecer sus apetecidos y exóticos productos y le contaban inéditas
historias de tierras lejanas y lugares desconocidos. Fue así como
desarrollo su interés por los
temas relacionados con la geografía, los viajes y los mapas.
Se dedicó a estudiar las
novedades geográficas obtenidas de los relatos de los viajes del
veneciano Marco Polo (1254 - 1324) y también de otro viajero veneciano,
llamado Niccoló dei Conti (1395 - 1469) famoso por haber realizado un
extenso recorrido que
lo llevo a Damasco (Siria), Persia, India, Ceilán, Indonesia y Birmania,
mucho antes de la llegada de Vasco da Gama a Calicut (India). En su
largo viaje, que duró más de 25 años, iniciándolo en 1414 y concluyéndolo en 1439, aprendió a hablar árabe y persa. Toda esta aventura quedo
registrada en un libro que
escribió y publicó con el título de "Viaje a las Indias".
Fruto de esta actividad
fue la que llevó a Toscanelli a elaborar, alrededor de 1470, un mapa del
mundo conocido en su época, en el que obviamente no aparecía incluido
el nuevo continente ya que murió diez años antes de que Colombo
descubriera América; este
mapamundi está exhibido en una sala especial de la Biblioteca Nacional
Central de Florencia.
En 1474 el Maestro Paolo
escribió una carta al canónigo portugués Fernao Martins de Roriz con el
que se había conocido en Italia cuando este canónigo había viajado a
Roma y de allí a Florencia donde se pudo reunir con Toscanelli en un
breve encuentro antes
de regresar a Portugal.
Martins residía en Lisboa
donde recibió la carta en la cual le sostenía que la vía más corta para
llegar a las Indias era navegando hacia el occidente tal como se lo
indicaba en un mapa que le adjuntaba.
Este mapa presentaba 26
espacios rectangulares cada uno con una equivalencia de 250 millas que
indicaban que de Lisboa a Cipango (Japón) existían 6500 millas. Era,
por consiguiente, un viaje perfectamente realizable utilizando las
carabelas portuguesas,
que de acuerdo a esta teoría, podían completar esta navegación en un
tiempo previsiblemente razonable.
Martins solicitó audiencia
al rey portugués Alfonso V y le informo de la carta recibida donde se
hablaba de la posibilidad de realizar un viaje a través del mar
Tenebroso (Océano Atlántico) a las Indias navegando siempre hacia
poniente. Era un viaje mas
corto, usando una nueva ruta, muy diferente de la ruta usada por los
portugueses que consistía en ir rodeando la costa africana navegando
hacia el oriente.
Esta propuesta, como sabemos, fue descartada por los expertos lusitanos que asesoraban al rey.
Después de que Colombo
efectuó su primer viaje se vino a saber que los cálculos de Toscanelli
referentes a las distancias por recorrer no eran del todo confiables. Se
había cometido un error de interpretación.
En los manuscritos y
relatos antiguos consultados se hablaba de millas - sí, de millas - pero
eran millas árabes que equivalían a 1.852 metros y tanto los expertos
portugueses así como Toscanelli y Colombo asumieron que se trataba de
millas italianas, que
son mas cortas, pues equivalen a 1.609 metros, dato de longitud
heredado de los romanos.
De todo esto resultaba
que, al calcular la circunferencia de la tierra, usando la milla
italiana, el resultado era de 30.000 kilómetros, mientras que el cálculo
real arrojaba una medición de 40.253 kilómetros usando la milla árabe.