Los años barranquilleros
En 1940 comienza
para mi bisabuelo Alfredo Violi Sergi la etapa de Barranquilla. La Segunda Guerra Mundial
se encontraba en pleno progreso
desde hacia seis meses; Italia aun no se había involucrado en el conflicto Europeo ya que
entró en la guerra a partir del 10 de julio de 1940.
Para Alfredo Violi y su familia
empieza un período de adaptación rodeado de nuevos
retos que los pudo
afrontar exitosamente contando con el apoyo de su suegro, Francesco Botta conocido en la familia después como "nonno Pachito", quien le brindó todo su
afecto y generosidad.
Inició sus actividades trabajando en el negocio que ya existía en el mercado público municipal. Estuvo en ese lugar durante
5 años y adquirió mucha experiencia. En 1945 decide
abrirse por su cuenta y pone en marcha dos negocios propios en la calle 44 (Sello), uno en la
carrera 43 (20 de julio)
y otro en la
carrera 44 (Cuartel).
El 8 de febrero
de 1947 nace su segundo
hijo, Dino Violi,
mi abuelo.
La vida transcurría sin mayores alteraciones y su trabajo y su familia se iban desarrollando armoniosamente rodeado del cariño
de sus amistades.
Había tomado la costumbre de comprar todos los miércoles un billete
completo de la lotería del Atlántico con la ilusión, en caso de ganársela, de volver con su familia a Italia.
Quiso la diosa
Fortuna concederle este deseo y en el año 1957 se ganó el premio mayor por valor de 60.000
pesos colombianos.
Inmediatamente puso en marcha
un plan para regresar a Italia
el cual programó para la primavera
de 1958.
Se embarcó en Cartagena
puerto a donde llegaban los barcos de la Societá Italian Line dispuesto
a permanecer en Italia
el tiempo necesario para consolidar sus planes de retorno definitivo. Escogió como centro de actividades a Grosseto, en Toscana, porque ahí vivía su cuñada Graziella Botta, hermana de su esposa Rosina, casada con Antonio Savarino.
Permaneció allí algunos meses, viajó a otras ciudades tratando de encontrar a sus amigos y a sus contactos pero todos sus esfuerzos resultaron infructuosos pues la gran mayoría de ellos habían fallecido en la guerra o simplemente habían desaparecido.
junto a sus sobrinos Marisa y Giuseppe Savarino Botta.
Permaneció allí algunos meses, viajó a otras ciudades tratando de encontrar a sus amigos y a sus contactos pero todos sus esfuerzos resultaron infructuosos pues la gran mayoría de ellos habían fallecido en la guerra o simplemente habían desaparecido.
Después de 6 meses de intentar organizar su vida en Italia regresó
a Barranquilla cargado
de anécdotas y desilusiones a donde lo
esperaban su esposa y sus dos hijos. Pasaba sus días trabajando en la tienda y en las noches después de cenar, iba al Centro Italiano a jugar bocce y después se senataba en la mesa con sus amigos a jugar poker. En este período desarrolló el hábito de fumar cigarrillos lo cual le ocasionó
graves trastornos pulmonares que al final le ocasionaron la muerte.
Mi bisabuelo Alfredo falleció en Barranquilla el 2 de agosto de 1968.
¡Sin lugar a dudas, un personaje
que me hubiera gustado conocer!
Crónicas de familia: la vida de Alfredo Violi Sergi narradas entre Diego Latorre Violi, bisnieto, y Roberto Violi, hijo del protagonista.
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(Crónica relatada por Diego Latorre Violi y su tío abuelo, Roberto Violi Botta)
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