El final de dos barcos durante la segunda guerra mundial: Virgilio y Sesostris




El vapor alemán Sesostris continuaba anclado en uno de los muelles de Puerto Cabello. Su capitán seguía esperando órdenes del comandante de la flota naval alemana puesto que después de la declaración de hostilidades las naves mercantes habían quedado también bajo el dominio del Estado Mayor de la marina de guerra nazi.

Era muy peligroso navegar por el mar Caribe el cual era celosamente patrullado por naves de guerra británicas y francesas que buscaban barcos enemigos para torpedearlos y hundirlos.
En ese puerto se mantuvo seguro hasta que el 29 de marzo de 1941 el presidente de los EEUU, Franklin D. Roosevelt dio la orden de proceder a incautar los barcos con bandera alemana o italiana que se encontraran anclados o refugiados en los puertos norteamericanos.
Adicionalmente a esta directiva fueron enviados agentes estadounidenses del Departamento de Defensa para que visitaran todos los países americanos que se habían plegado al cumplimiento de esta orden para así colaborar en la confiscación de estas naves.
En el caso de Puerto Cabello, como era de suponer, la noticia fue apoyada por las autoridades venezolanas.
En la bahía de dicho puerto se encontraban anclados siete buques que no habían podido regresar a sus países de origen a causa de la guerra la cual se encontraba en pleno desarrollo.
En total eran seis barcos italianos y uno alemán identificados así: 
Jole Fassio, Trottiere, Alabama, Dentice, Baccincin Padre, Teresa Oddero y el Sesostris.

Unos eran buque-tanques petroleros y otros cargueros mercantes; los capitanes de estos barcos habían recibido previamente de sus respectivos gobiernos instrucciones de no permitir, bajo ninguna
circunstancia, que cayeran en manos enemigas, razón por la cual, deciden incendiarlos en el puerto para evitar ser confiscados.
El lunes 31 de marzo de 1941, las tripulaciones de estas embarcaciones les aplican fuego ocasionando un gigantesco incendio que puso en grave peligro las instalaciones del puerto.
Aunque no hubo ni muertos ni heridos, se ocasionaron serios daños a la infraestructura portuaria de Puerto Cabello.
Las naves resultaron gravemente afectadas. El buque alemán Sesostris quedó prácticamente destruído tanto que fue imposible su reconstrucción y siguiendo órdenes del presidente de Venezuela, Isaías
Medina Angarita, fue desguazado, remolcado y abandonado en una isla cercana a Puerto Cabello llamada Isla Larga, donde aun permanece hundido como mudo testigo de aquel triste episodio.



El gobierno venezolano le vendió a la argentina tres de los barcos italianos incendiados: 
Baccincin Padre, Alabama y Dentice.
A los Estados Unidos le vendieron las estructuras reflotadas de las otras tres naves: 
Jole Fassio, Trottiere y Teresa Oddero.

En lo que respecta al vapor Virgilio, este continuó su itinerario hasta regresar a Italia; en el año 1941 fue convertido en barco-hospital prestando servicio en el mar Mediterráneo hasta que en 1944 fue capturado por naves de guerra pertenecientes a la coalición de los aliados y fue obligado a dirigirse al puerto de Toulon en donde finalmente fue fondeado y barrenado, lo que significa que le taladraron el casco con numerosas perforaciones hasta que se hundió lentamente posando sus hélices en el fondo del mar.
Desde 1928 y durante 16 años había servido a miles de emigrantes europeos transportando en sus entrañas sueños e ilusiones. de cada uno de ellos.




Foto de Puerto Cabello, Venezuela, tomada de Getty Images y la de su hundimiento, de mapsights.com. La foto del Virgilio es tomada de Wikipedia.
FUENTES CONSULTADAS
Archivos personales de Roberto Violi Botta
Periódico "La Esfera" - Caracas, Venezuela - 2 abril 1942
Foro Segunda Guerra Mundial - 23 marzo 2008

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