Alemanes, japoneses e italianos en confinamiento en Colombia durante la Segunda Guerra Mundial (Parte 6 - final)


En el mes de mayo de 1943, el Director de la Sección de Extranjería de la Policía Nacional expidió una resolución mediante la cual se le aplicaba a Angelo Bonfanti una orden restrictiva que le impedía viajar al exterior y lo obligaba a trasladarse a Barranquilla adonde debía fijar su residencia y reportarse semanalmente a las autoridades locales.

Hay que recordar que desde enero de 1942, el gobierno colombiano había ordenado la congelación de los bienes y propiedades de alemanes, italianos y japoneses los que pasaban, por encargo, a la Federación Nacional de Cafeteros y al IFI, Instituto de Fomento Industrial, para su manejo económico.
Todos los extranjeros pertenecientes a esas tres nacionalidades fueron incluídos, bajo la figura de fiducia, en ese "Fondo de Estabilización", el cual, desde ese momento, recibió el peyorativo título de "La Lista Negra", puesto que todos los que aparecían allí estaban señalados de ser sospechosos de simpatizar o de mantener relaciones comerciales con los países que integraban el Eje.

La discriminación que afectaba a estos ciudadanos y a las empresas extranjeras establecidas en territorio colombiano era una clara violación al derecho constitucional que poseían para poder defenderse de acusaciones no evidenciadas, apoyándose en el principio universal del "habeas corpus", institución jurídica ampliamente reconocida por los defensores de los derechos fundamentales.
Procediendo con instrucciones emanadas de la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica, todos los extranjeros pertenecientes a los países que conformaban el Eje, fueron apartados de las ciudades colombianas situadas en las costas Atlántica y Pacifica y enviados al Hotel Sabaneta, ubicado en la ciudad de Fusagasugá (Cundinamarca), para ser monitoreados en condición de confinamiento, hasta la terminación del conflicto según lo estipulado en el decreto 404 del 23 de febrero de 1944.
Se rumoraba que existía el peligro latente que desde Colombia se podría efectuar un ataque sorpresa para apoderarse del canal de Panamá. 

Entidades estatales como la Federación Nacional de Cafeteros y como el Instituto de Fomento Industrial así como también personas oportunistas, enriquecieron sus patrimonios a causa del confinamiento que estaban padeciendo estos ciudadanos extranjeros. En muchos casos estos últimos o se veían obligados a declararse en quiebra, o se morían durante su confinamiento, o dejaban en el olvido lo que habían conseguido con el fruto de sus esfuerzos o eran víctimas de la codicia de estos usurpadores que terminaron apoderándose de las propiedades, empresas y patrimonios que poseían desde que decidieron radicarse en el país.

Después de la posguerra, la mayoría de las familias implicadas en estos hechos dolorosos, volvieron a levantarse para emprender junto con sus seres queridos una nueva vida llena de entusiasmo y esperanza.


Foto del hotel Sabaneta tomada prestada de Infobae.com que se convirtió en un insólito "campo de concentración" en Fusagasugá. 

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