El embarrancamiento de la nao Santa María el día de la Navidad

Ilustración tomada de www.culturanavale.it

En su libro "El Almirante de la Mar Océano", su autor, Samuel Eliot Morison escribió en 1942 lo ocurrido a bordo de la Santa Maria en los momentos previos a su embarrancamiento. Relata como, hacia las 11 de la noche del 24 de diciembre Colombo intercambia algunas observaciones con Juan de la Cosa, oficial de guardia, propietario de la nave y después de despedirse con un buenas noches se retira a su cámara a descansar; de la Cosa, un rato después, ordena al timonel que este alerta y que lo llame si hay algún cambio en el viento o en el tiempo y se retira a acostarse; el timonel dirige el barco durante un buen trecho, empieza a sentir sueño y entonces, contraviniendo las ordenes dadas por Colombo, despierta a un joven grumete para que se haga cargo de la conducción de la nao y también se acuesta a dormir; ya estamos en la madrugada del 25 de diciembre, día de Navidad; el muchacho, carente de experiencia, medio adormilado se sobresalta al notar que la nave había tocado fondo; da la voz de alerta, todo el mundo se despierta pero ya el daño había sido causado.

Planos de la nao Santa María tomados de Cervantes Virtual 

En el diario de a bordo aparece escrito: "Encalló con tanta calma que nadie se despertó".
Colombo se puso al frente de la situación, se dio cuenta que la nave había encallado de proa e inmediatamente empezó las maniobras para hacer flotar la embarcación. Nada le dio resultados. A medida que pasaban los minutos la situación iba empeorando; las nuevas olas del mar llevaban a la nave cada vez mas arriba del arrecife. Se probaron todas las soluciones posibles.

Al despuntar el alba, el Almirante envía a la costa, distante unos cuantos kilómetros, a Diego de Arana, alguacil de la expedición y primo hermano de su segunda mujer, Beatriz Enríquez de Arana, a buscar la ayuda del cacique taino Guacanagari; con los primeros rayos de sol llegaron todas las canoas de que disponía el jefe indígena y empezaron a descargar del barco toneles con agua y alimentos, instrumentos, aparatos, objetos, cuerdas y todo lo que podía ser de utilidad, operación que quedó terminada el día de Navidad.

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