Submarinos alemanes en el mar Caribe durante la Segunda Guerra Mundial (Parte 3)


Los pozos petroleros, situados en el lago de Maracaibo, producían el crudo que era procesado en las refinerías que estaban ubicadas en Aruba, Curaçao y Trinidad las que inevitablemente se convirtieron en objetivos bélicos para los temidos U boots nazis. En enero del 1942 salían desde el puerto de Lorient (Bretaña) en la Francia ocupada los cinco submarinos que tenían por misión bombardear todas las bases, las plataformas de producción y las refinerías que suministraban combustible a las flotas Aliadas.
La refinería de Aruba, operada por la Standard Oil Co. fue bombardeada por los sumergibles U 156 y U 502 el 16 de febrero de 1942; la de Curaçao, operada por la Royal Dutch Shell fue cañoneada por los submarinos U 67 y U 156; la de Trinidad, fue atacada por el U 615.
Es representativo el capítulo del Monagas, buque petrolero venezolano, que fue hundido por los alemanes el 16 de febrero de 1942 cuando se disponía a llegar a la refinería de Aruba. Venezuela, que era un país neutral en el conflicto pero ya había roto relaciones con el Eje Japón, Italia y Alemania en el anterior diciembre, envió una nota de protesta al gobierno alemán que no fue aceptada. En consecuencia, el país congeló los bienes a los alemanes residentes, cerró el colegio y detuvo a 800 ciudadanos después de investigar su vinculación al partido nazi y los confinó dentro de los campos de concentración de Trujillo, Mérida y Lara.

Volviendo atrás, debo hacer notar que durante el ataque y hundimiento de las tres goletas colombianas, descritos con anterioridad en el anterior post, los comandantes de los U boats nazis utilizaron exclusivamente la ametralladora y el cañón instalados en la cubierta de los submarinos porque los motoveleros que iban a destruir eran embarcaciones de pequeño tonelaje y no se justificaba autorizar el disparo de uno de los torpedos de dotación puesto que los mismos tenían un costo demasiado alto.
La audacia y osadía demostrada por los jóvenes oficiales que se desempeñaban como  capitanes de esta letal flota de sumergibles era incontenible y temeraria; durante el ataque que se produjo contra Puerto España, capital de la isla de Trinidad, se demostró su gran capacidad de operar con absoluto sigilo pues lograron entrar a la rada de seguridad de la bahía con un submarino, el U 161, y hundir dos barcos ingleses que se encontraban atracados en el muelle del puerto.
Debemos dar por sentado, igualmente, el alto grado de eficiencia de que disponían las redes de espionaje que los alemanes habían logrado conformar por toda el área caribeña.
Los datos que ellos suministraban al Alto Mando Naval nazi eran tan completos y precisos que la información que manejaban incluía el movimiento de los cargueros, horas de salida y clase de mercancias que transportaban, todo lo cual garantizaba el éxito de la operación.

(Continuará)

Foto del hundimiento del buque Monagas tomada de Wikipedia.

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