Los italianos de la Marysol (1949 -1958): segunda parte del especial de Giancarlo Macchi


Así empieza la crónica de mi amigo Giancarlo Macchi:

El barrio popularmente conocido como San Pachito surgió como un nuevo polo de expansión territorial en la década de los años cuarenta. Se formó una zona habitacional urbana por el fuerte flujo migratorio que trajo consigo el desarrollo industrial de la Via 40; allí estaban, entre otras empresas textileras, Filtta, Marysol, Celta, Textiles Atlántico, Indurayón, Textiles Alfa, además de la Fábrica de Textiles Obregón que había sido fundada desde 1910.
Para los días de 1940 ya había surgido San Pachito, un concentrado sector de La Concepción en medio de hortalizas y fábricas, aislado del casco urbano, al que se accedía por la via 40 o por la calle 70 que para ese entonces consistía en una trocha sin pavimentar flanqueada por antiguas casitas pintadas con cal blanca, con cubiertas de palma de enea y algunas, muy pocas, de zinc o tejas de cemento. Con el envejecimiento, ese tipo de arquitectura perdía tanto su verticalidad como su horizontalidad creando una armonía única entre su unidad y su variedad.


San Pachito no se extendía mucho. Limitaba hacia el oriente con la Base Naval y la Industria Colombiana de Tabaco, construída en 1950, hacía el sur existía todavía una gran faja de zona verde limitando con el barrio Bella Vista, hacia la via 40 una franja natural sin ninguna construcción era el último obstáculo antes de encontrar el rio Magdalena, y hacia el occidente cultivos de hortalizas donde sus trabajadores, integrantes de la colonia china , cultivaban lechugas, coles, cebollín chino, rábanos, berenjenas y pimentones. Prácticamente ellos surtían las verduras necesarias para el consumo de la ciudad.
Los dos únicos expendios de verduras del interior eran "La Bogotana" en el mercado público municipal y "La Garantía", almacén de víveres propiedad de Peppe Puccini, Bruno Valmaggi y Pietro Carlesso, inmigrantes italianos.
En el barrio San Pachito era bastante común el transporte cotidiano de elementos de consumo diario en burro, a excepción de algunos parroquianos que trabajaban en oficinas ubicadas en el centro de la ciudad para lo cual usaban algunas escasas rutas de transporte público que los comunicaban con las otras zonas de la ciudad hasta las siete de la noche, en las llamadas "chivas" de Caldas-Recreo y de María-Modelo. 
En esos alrededores solamente existían dos o tres tiendas de las cuales la mas importante era La Dalia, casi un mini mercado en la esquina de la calle 70 con la via 40, punto de encuentro de los obreros del sector donde bebían sus "frías" acompañadas de la música de Daniel Santos, "el Jefe", la Sonora Matancera y los vallenatos del legendario Guillermo Buitrago. De esa música en mi memoria quedan frescas aún estrofas como: ¨"....si la vieran como anda, con la misma ropa anda, compadre, ya se está poniendo flaca..." o "...el zaíno está en la roza y se está comiendo el maíz, ué perro, ay ya ya..." .
Apenas un par de cuadras más abajo estaba el salón de cine Atlántico, la única diversión nocturna ya que la emisora Variedades, la última en cerrar su trasmisión en Barranquilla, lo hacía a las nueve de la noche.



(Continuará)
Fotos tomadas en préstamo del Archivohistoricodelatlantico.com


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